Inicio 21/06/2024
¿Cómo enfrentar los trastornos alimentarios en Chile?
Los trastornos alimentarios, como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, son problemas de salud mental cada vez más prevalentes en Chile y el mundo. Estos trastornos afectan profundamente no solo la salud mental, sino también el bienestar físico y social de quienes los padecen, y su incidencia ha crecido notablemente en la última década. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) una de cada 10 personas tendrá un trastorno de alimentación a lo largo de su vida.
Preocupante cifras
La pandemia de COVID-19 agravó el panorama, con un aumento del 826% en solicitudes de ayuda relacionadas con trastornos alimentarios en jóvenes, según un artículo de El País.
Este incremento evidencia la necesidad de priorizar estrategias preventivas, especialmente en grupos vulnerables como los adolescentes, donde las presiones sociales y los estándares de belleza poco realistas amplifican el riesgo.
En este contexto, el enfoque interdisciplinario se vuelve esencial para ofrecer soluciones integrales que combinen intervenciones psicológicas, psiquiátricas, nutricionales, kinesiológicas y de manejo de comorbilidades médicas.
Desde la psicología, es crucial entender las raíces emocionales y cognitivas de estos trastornos. Factores como baja autoestima, perfeccionismo, traumas previos y dificultades para manejar el estrés suelen estar presentes en las personas afectadas.
¿Cómo enfrentar los trastornos alimentarios?
Existen terapias específicas validadas para enfrentar esta patología que han demostrado ser altamente efectivas en la identificación y modificación de pensamientos y conductas disfuncionales relacionadas con la alimentación y la imagen corporal. Además, estas intervenciones trabajan en mejorar el patrón de alimentación, fortalecer la autoaceptación y las habilidades de regulación emocional, herramientas fundamentales para prevenir recaídas.
El tipo de terapia indicada dependerá del tipo de trastorno de alimentación y la edad del paciente, si son adecuadamente implementadas por un equipo interdisciplinario el resultado permite la recuperación en un 70% de los pacientes.
Los trastornos alimentarios se reconocen como condiciones graves desde el punto de vista médico, ya que pueden derivar en complicaciones físicas como desnutrición, alteraciones cardíacas, osteoporosis e incluso la muerte. Por este motivo son las patologías de salud mental con mayor mortalidad, alcanzando en algunos casos entre un 5-15% de mortalidad. Según especialistas, un diagnóstico temprano es clave para evitar que los síntomas progresen.
La importancia de un diagnóstico temprano
A su vez, abordar los trastornos desde la nutrición es de vital importancia, considerando que, el tratamiento de los trastornos alimentarios se centra en la reeducación alimentaria y la construcción de hábitos saludables. Los planes de alimentación personalizados buscan restaurar el estado nutricional óptimo de los pacientes y desmontar mitos perjudiciales sobre la alimentación. Los nutricionistas desempeñan un rol crucial en la prevención y el tratamiento, ayudando a los pacientes a encontrar un equilibrio entre el disfrute de la comida y su función nutricional, alejándolos de patrones restrictivos o compulsivos.
Por su parte, la psiquiatría aborda las comorbilidades comunes en los pacientes con trastornos alimentarios, como la depresión, la ansiedad, los trastornos obsesivo-compulsivos, entre otros. En algunos casos, el uso de psicofármacos se combina con la psicoterapia para tratar estas condiciones concomitantes. Este enfoque integrado permite abordar las complejidades de los TCA, mejorando los resultados terapéuticos y promoviendo el bienestar integral de los pacientes.
De esta manera, la colaboración interdisciplinaria es la base para enfrentar eficazmente los trastornos alimentarios, pero el trabajo no puede limitarse al ámbito clínico. La educación y sensibilización son fundamentales, especialmente en contextos escolares y familiares. Los mensajes positivos sobre la autoaceptación y el bienestar, en lugar de la apariencia física, pueden reducir significativamente el riesgo de desarrollar estos trastornos. Además, reforzar las políticas públicas que garanticen el acceso equitativo a tratamientos multidisciplinarios es esencial para abordar el problema de manera estructural.
Capacítate en un manejo integral
Para los profesionales interesados en especializarse en este campo, la Universidad de los Andes ofrece el Diplomado de Manejo Interdisciplinario de los Trastornos de la Conducta Alimentaria y Obesidad. Este programa combina teoría y práctica desde una perspectiva integral, capacitando a psicólogos, médicos, nutricionistas, psiquiatras y otros profesionales del área de la salud, para enfrentar los desafíos de estos trastornos.
Adoptar un enfoque integral no solo mejora los resultados para los pacientes, sino que también contribuye a construir una sociedad más consciente y empática respecto a los desafíos de los trastornos alimentarios. La combinación de esfuerzos interdisciplinarios, educación y políticas públicas es el camino hacia una respuesta efectiva y sostenible a esta crisis de salud pública.
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